miércoles, 26 de octubre de 2011

se acerca el invierno

I. por fín, en el tercer capítulo, coge temperatura juego de tronos. me parece excesivo tener que darle tres capítulos a una serie de tv, pero bueno,  no hay que ponerse trágico con estas cosas. el empaque lo coge cuando un profesor de espada dice todos los hombres son agua. o cuando el hermano mayor desautoriza la historia de una vieja: "un día me contó que el cielo es azul porque vivimos en el ojo de un gigante cuyos ojos son azules y se llama mckonverg" y el niño contesta: "tal vez sea así."

II. vuelve a las retrasmisiones del plus la cámara super lenta, una cámara que graba al triple de velocidad y cuando se pone en play muestra la realidad tres veces más lenta, una especie de alta definición analógica que no deja de ser la mirada de un gourmet a un plato exquisito. tal vez uno de los espejismos de estos días de recortes. la superlenta me hizo recordar otra de las propuestas de las retrasmisiones del plus: las baterías de repeticiones de gestos de jugadores. unas secuencias que, metidas dentro del partido, son como un retrato del estado anímico del equipo en ese momento. secuencias arriesgadas y peligrosas, porque uno retrata siempre lo que puede, no lo que es.

III. y ahora vuelvo al té blanco sin mucho más que decir.

domingo, 23 de octubre de 2011

los muertos a nuestro lado

me quedé muy cabreado con una música y me puse una camiseta equivocada. creí que aquello sólo se podía hacer una vez y me cabreó el matiz de cómo lo arropaba esa música. por la tarde murió antoñete. chenel. en una celebración de cumpleaños cenamos un falso tomate cherry. en realidad era un pimiento de piquillo que envolvía queso y anchoa y que tenía una base de mole mexicano. hablamos mucho. en el final hubo un trago de oporto y un regalo. confeti por la mañana y luego murió simoncelli. un periodista italiano, amigo del piloto, con los trastos del micro inalámbrico, sudando, miró a cámara y dijo: marco é morto. pero esa tarde se sucedieron los goles. llamé a casa. recordé las risas de mediodía con un error que seguro hizo removerse a un ejecutivo en chandal. luego leí "pronto y en la mano". se lo leí a juan del val y a zabala de la serna. a éste le leí: nos enseño las distancias, su uso, su provecho y su inercia, la sabiduría de los terrenos y la colocación para suplir las facultades que el tabaco había ennegrecido. juan me escribió: yo estoy enfermo del toreo por su culpa, especialmente. pensé que a los muertos hay que acompañarlos escribiendo lo que nos dieron, haciéndolo saber. entonces se hizo de noche y volví a casa recordando que el viernes me lo había pasado entre lágrimas, emocionado con media docena de testimonios de gente que recordaba a sus muertos. y la alegría infinita de una victoria de la gente normal, común, la de todos los días. recordé también que en el cajón tenía guardado el discurso de cohen y los seis acordes y me dije: mañana preguntaré qué tal ha pasado el fin de semana ese chavalito de nueve años con un linfoma. estamos rodeados de muerte. acechados siempre. en convivencia. seguimos. lunes. venga, dale.

viernes, 21 de octubre de 2011

take this waltz

I. tengo todos los libros descolocados, amontonados, desordenados. ni siquiera sé por dónde empazar a buscar uno cuando lo necesito. sin embargo, ahora necesitaba poeta en nueva york y he ido al montón donde creía que podía estar, y allí estaba. las cosas no suceden porque sí. la poesía siempre nos rescata. bueno, voy a copiar aquí pequeño vals vienés. no es un corta-pega. lo copio, palabra por palabra, del libro. es importante.

II. En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el escuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mio,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

III. a este poema le puso música leonard cohen, lo tradujo y luego llegó morente y lo cantó con la voz andaluza de lorca en omega y fue la polla. es importante, con la cantidad de emociones que se nos agolpan, respiradas en el aire de la calle, en las ondas de la radio, volver a la poesía.

IV. todo esto lo escribo porque he leído el discurso de cohen en los premios príncipe de asturias. me lo dejaron en mi móvil, en mi mano, ese texto, @tololliteras y @taxioviedo. y del móvil viene directo al blog, archivado para siempre en mi diario desde este mismo instante.

V.
Excelencias, miembros del jurado, distinguidos premiados, señoras y señores:
Es un gran honor estar aquí ante ustedes esta noche. Quizá no esté acostumbrado -como el gran maestro Ricardo Muti- a estar ante el público sin una orquesta tras de mí, pero haré lo que pueda.
Me pasé toda la noche blanco, pensando qué podría decir aquí, ante esta asamblea de distinguidas personas. Tras comerme todas las barras de chocolate y todos los cacahuetes del minibar, garabateé unas pocas palabras, y no creo que me tenga que referir a ellas. Estoy muy emocionado por este reconocimiento.

Si yo supiera de dónde vienen las canciones, las crearía más a menudo. Mientras hacía el equipaje para venir, cogí mi guitarra -tengo una guitarra Laconte que está hecha en la calle Caminal, 7, en España-. Es un instrumento que tendrá unos 40 años, más o menos. El instrumento y la caja, eran como de helio, eran muy ligeros. Me puse la guitarra casi en la cara. La miraba. Con lo bien diseñada que está... Olía la fragancia de la madera viva, porque sabemos que la madera nunca llega a morir. Y olía esa fragancia del cedro tan fresco como si fuera el primer día cuando compré la guitarra, hace 40 años. Y la voz parecía decirme: "Eres un hombre viejo y no has dado las gracias, no has devuelto tu gratitud a quien la merece, al suelo y a la tierra. Con esta fragancia, de donde viene esta fragancia..."

Así que vengo hoy, aquí, esta noche a agradecer al suelo, a la tierra, a este pueblo que me ha dado tanto. Porque un hombre no es un DNI y un país no es sólo eso tampoco. Una carta, un crédito no es un país. En esta fraternidad en la que estoy con el poeta Federico García Lorca, puedo decir que cuando era joven y adolescente y buscaba una voz en mí, estudiaba los poetas ingleses y conocía bien su obra y copiaba sus estilos, pero no encontraba mi voz. Solamente cuando por fin leí, aunque era una traducción, las obras de Federico García Lorca, fue entonces cuando comprendí que había una voz. No es que haya copiado su voz. Yo no me atrevería a hacer eso. Pero me dio permiso para encontrar una voz, para ubicar una voz. Es decir, para ubicar el yo, un yo que no está del todo terminado, que lucha por su propia existencia. Conforme me iba haciendo mayor comprendí que las instrucciones venían con esa voz. ¿Qué instrucciones eran esas? Nunca lamentar, ni siquiera casualmente, si queremos expresar la derrota que nos ataca a todos, tiene que ser en los confines estrictos de la dignidad y de la belleza. Y por tanto ya había encontrado mi yo, pero no tenía el instrumento para expresarla, no tenía una canción.

Y ahora voy a contarles muy brevemente la historia de cómo conseguí mi canción, porque era un guitarrista indiferente. Yo mamporreaba la guitarra, sólo sabía unos cuantos acordes. Me sentaba con mis amigos, mis colegas; bebíamos, cantábamos canciones. En mil años nunca me vi como un músico o como cantante. Pero un día, a principios de los 60 estaba de visita en casa de mi madre, estaba frente a un parque, y en el parque había una pista de tenis, y allí iba mucha gente a ver a los jóvenes jugadores de tenis disfrutando de su deporte. Fui a ese parque que conocía de la infancia y había un joven tocando la guitarra flamenca y estaba rodeado de dos o tres chicas que estaban escuchándole y me encantaba cómo tocaba. Había algo en su manera de tocar que me cautivaba. Yo quería tocar así. Yo sabía que nunca sería capaz de tocar así. Así que me senté allí, con otras personas que escuchaban durante un rato, y luego se hizo el silencio... un silencio muy apropiado, y le pregunté si me daría clases de guitarra. Era un joven de España, y sólo podíamos entendernos con un poquito de francés; no hablaba inglés. Dijo "sí, te daré clases de guitarra". Dije: "vivo allí, en la casa de mi madre".

Quedamos y establecimos el precio de las clases y vino a casa de mi madre al día siguiente y dijo: "Déjame oírte tocar algo". Yo empecé a tocar algo y dijo: "No tienes ni idea de cómo tocar, ¿verdad?". "No, la verdad es que no sé tocar". "En primer lugar déjame que afine la guitarra, porque está desafinada. Cogió la guitarra, la afinó y dijo: "No es una mala guitarra". No era Laconte, pero no era una guitarra mala. Me la devolvió y dijo "ahora ponte a tocar". No sabía tocar mejor, la verdad. "Voy a hacer algunos acordes", y cogió la guitarra y produjo un sonido de la guitarra que yo, evidentemente, nunca había oído. Y formó la secuencia de acordes, así, de manera rápida. Y dijo: "Ahora hazlo tú". Y dije, no, no sé hacerlo. "A ver, déjame que use yo tus dedos y te iré diciendo dónde los tienes que poner" y los puso en el mástil. "Y ahora toca". Y fue un desastre. "Vuelve mañana", me dijo. Volvió al día siguiente, me puso las manos en la guitarra, la puse en mi regazo, en la manera adecuada, con la postura buena y empecé otra vez esos seis acordes y la progresión de seis cuerdas. Muchas canciones flamencas son en la progresión de seis acordes. Y la verdad es que me sentí mejor. Al tercer día mejoró la cosa. Pero ya sabía los acordes y sabía que, aunque no podía coordinar los dedos adecuadamente para producir el sonido correcto, era la pauta de sonido que él quería; sabía los acordes. Los sabía muy, muy bien.
Al día siguiente no vino. Yo tenía el número de la pensión de la que estaba quedándose en Montreal y llamé por teléfono para ver por qué no había venido. Y me dijeron que se había suicidado, y yo no sabía nada de este señor. No sabía de qué parte de España procedía, desconocía por qué había venido en concreto a la ciudad de Montreal, por qué se quedaba en Montreal en esos momentos, por qué estaba en esa pista de tenis. No tenía ni idea de por qué se había quitado la vida. Estaba muy triste, evidentemente. Ahora estoy contando lo que nunca había contado en público. Esos seis acordes, esa pauta de sonido de la guitarra, han sido la base de todas mis canciones, de toda mi música.

Y ahora podrán comenzar a entender las dimensiones de la gratitud que yo tengo por este país. Todo lo que han encontrado favorable en mi trabajo, en mi obra, viene de este lugar que les he contado. Todo lo que ustedes encuentran favorable en mis canciones, en mi poesía, están inspiradas por esta tierra y por tanto les agradezco enormemente esta cálida hospitalidad que me han demostrado y que han mostrado por mi obra, porque es suya y me han permitido poner mi firma al final de la última página.

Gracias.

miércoles, 12 de octubre de 2011

miércoles 12

I. entre las cosas para poner hoy en el curriculum destaca que no he sido capaz de cambiar los frenos de unos patines, he comenzado a leer un libro de seiscientas páginas, y he visto la uva que beberemos en 2013. también que me cruje el cuello si miro hacia arriba, pero eso entraría otro apartado.

II. la densidad la da la mirada.

III. daré una nueva oportunidad a breaking bad en el cuarto capítulo de la primera temporada. justo cuando ya había decidido sacar el dvd de la playstation, ese coche explotó en la gasolinera. y entonces dije: "joder, ese tío no está tan acabado como parece. sigamos."



viernes, 7 de octubre de 2011

good night

I. necesito un traje pero esperaré a quitarme tres kilitos antes de comprarlo. cuando no sabes llevarlo, a lo único que puedes aspirar es a que te quede bien.

II. tanto correr, tanto asentir, tanto quemarse. lo ha metido en el mismo verso manolo garcía. en esa canción que comienza con tanta mentira, tanto fingir, tanto desastre. 

III. hay que ser fuerte en todo y muy fuerte en ciertas cosas. karpov. lo cambio por hay que estar atento a todo y muy atento a ciertas cosas. no es lo mismo, pero yo no soy ajedrecista.

twitter. jobs. 1984.

I. a veces alguien escribe en twitter: tomo un café.

II. suficiente. es un dato extremadamente privado e importante. hace tiempo que les estamos escribiendo nuestras vidas. nos cobraron la pantalla táctil pero nos dieron las aplicaciones gratis a cambio de nuestra información. ya la tienen. su golpe está en preproducción. ya hay algún ensayo. el vendedor de biblas ya no toca a la puerta buscando suerte. hace tiempo que saben quién quiere la biblia y a quién van a hacer que la necesite.

III. ese anuncio de apple presentando el macintosh en 1984, liberando al mundo de 1984, sólo era una vuelta de tuerca. sólo era un nuevo hardware para aumentar el flujo de captación de información. la información privada.

IV. aquí la tienen. la mía está en este mismo blog, en mi cuenta de twitter, en mi cuenta de correo, en los mensajes de mi móvil. un día me llegará a casa un pincho de tortilla perfecto, justo en el momento en el que me apetece. entonces les mandaré a tomar por culo. que lo sepan.

V. a veces alguien escribe en twitter algo ininteligible. y muchos se quejan. qué quieren. la poesía les saca de quicio. que se jodan. y gracias por la app.

sábado, 1 de octubre de 2011

let me try once more

I. detrás de cada error hay una cadena de explicaciones. y gente que habla alto.

II. he leído una entrevista a maitena en la que decía: comencé a mentir, la protagonista de la novela no era yo. al final todos los de la familia caen, necesito material y el material es la vida. la muerte de mi madre me liberó. perlas de sábado por la tarde.

III. sinatra clava las canciones en la historia. ya nadie las canta luego ni antes. old blue eyes. escuches la versión que escuches, nunca hay una como la suya. esa voz es como la belleza de paul newman. no hay otra.