miércoles, 28 de mayo de 2014

la melancolía de uno mismo. no sé si me puso así volver a escuchar private investigations. no sé si ese latido trajo lo demás. pero siento el poder extraño de estar jodido. sube la temperatura. por dentro.

jueves, 22 de mayo de 2014

a veces las nubes se detienen, como elefantes cansados. lluvia al horizonte. la cortina de la descarga. la gran tormenta, varada antes de llegar. lluvia al horizonte. todo tan dulce. todo tan sabio. todo tan en su sitio. cada nube y cada gota de agua. cansadas como elefantes. venían con todo. pero tuvieron que detenerse. no podían más.

miércoles, 21 de mayo de 2014

al día siguiente

al día siguiente fui. fue lo primero que hice. en la puerta había un cartel: por fuertes vientos en altura, the stratosphere está hoy cerrada.

entré en el coche y me largué. era el último día allí.

martes, 20 de mayo de 2014

the stratosphere

cuando estuve en las vegas lo primero que me llamó la atención fue esa torre, coronada por una aguja. the stratosphere. era un pirulí gigante. la base del platillo tenía una montaña rusa que incluía una caída al vacío. y en la plarte de la aguja había una lanzadera. the stratosphere. yo giro la cabeza rápido y me mareo. subo a un avión y me mareo. en tren no puedo viajar en sentido contrario a la marcha. pero aquello estaba allí y fui. pagué la entrada. 10 dólares. o 12. no me acuerdo. fue hace tiempo. llegué arriba y se veía toda la ciudad. se veía the strip. se veía el desierto. y estaba toda esa gente que se subía en la lanzadera con la sonrisa de pánico. cuando me llegó el turno le dije al hombre: hay alguna manera de bajar de aquí? no quiero subir. me miró raro y dijo: man!, it´s only three seconds up there! - no me importa, no quiero subir. - ok, pero va a perder los 12 dólares. o los 10. no me acuerdo. -ya, pero no quiero subir. me abrió la portezuela y cogí el ascensor hacia abajo.

desde la piscina motel, metido en ese agua caliente, se veía the stratosphere. me dije: qué gilipollas, he estado arriba y no he subido. estoy en las vegas y no sé si volveré alguna vez. mañana voy. por mis santos cojones voy y monto.

lunes, 19 de mayo de 2014

los paquetitos de jabón

I. hay una combinación infalible, que supera las expectativas sobre cualquier hotel de aeropuerto y cualquier hotel de carretera: un hotel de aeropuerto en la carretera. tienen ese olor a perfume de moqueta en el hall, y ese aroma a asesinatos en serie en los pasillos.

II. bueno, estaba ese grupito fumando un cigarro en un banco a la entrada del hotel. mirando al parking. y estaba ese tipo entrañable. este año se ha dejado la barba más poblada. hay más blanco que negro. y tiene esas gafas diminutas. el día que se lo presentaron dijo: "hola, yo soy f. y no doy tabaco ni fuego, así que no me lo pidas nunca." estaba en silencio, con los demás. habla muy poco f. y las gafas le sirven para radiografiarte o para pasar sin verte. según el día y el momento.
me acerqué y le dije: qué tal?
- bien
se quedó el aire fresquito de la noche parado. siguió:
 - las cosas siempre pueden ser peor, y hoy ha ido símplemente mal.

joder, me eché a reir. solté una carcajada. reímos todos.

III. una ventanilla en el avión es innegociable. #esoesasí. no sé qué me ven en la cara que les hace pensar que voy a cambiar una ventanilla por un pasillo.